Padres Primeros Educadores

En el Colegio Huinganal tenemos la firme convicción de que los padres son los primeros educadores de sus hijos. El Magisterio de la Iglesia, en el documento Gravissimun Educationis Momentum del Concilio Vaticano II, señala:

“Puesto que los padres han dado la vida a los hijos, están gravemente obligados a la educación de la prole y, por tanto, ellos son los primeros y obligados educadores. Este deber de la educación es de tanta trascendencia que cuando falta, difícilmente puede suplirse. La familia es por tanto, la primera escuela de las virtudes humanas sociales, que todas las sociedades necesitan.”

Por este motivo son los padres quienes principalmente deben procurar que sus hijos adquieran las virtudes humanas necesarias para llegar a ser personas maduras y auténticamente felices. Con este propósito, resulta muy importante que los padres, a través de un diálogo constante, confiado y abierto, lleguen a conocer a sus hijos en todos los aspectos, y así ayudarles a desarrollar sus talentos y luchar contra sus defectos.

Cada hijo, como ser único e irrepetible, requiere para su mejora personal de ciertas condiciones que le permitan, con la ayuda de sus padres, llegar a ser una persona plenamente madura: autoconocerse para autoposeerse; y autoposeerse para entregarse. Y es el desarrollo de las virtudes humanas lo que permite a la persona lograr este desarrollo.

En otras palabras, la madurez natural del hombre es el resultado del desarrollo armónico de las virtudes humanas, el cual difícilmente se puede lograr sin contar con la familia.

En consecuencia, no es correcto pensar que esta función de educar se puede delegar completamente en el Colegio, ya que éste sólo es una ayuda o complemento en la insustituible labor de los padres en la educación de sus hijos.